La inflación y las decisiones de política monetaria influyen directamente en el coste y acceso a los préstamos. En este análisis detallado, exploraremos cómo afecta a tu economía en 2025.
En 2025, la inflación en la Eurozona se sitúa en un promedio del 2,3%, ligeramente por encima del umbral objetivo del BCE. La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, alcanza un 2,2% en la Eurozona y se espera que descienda a 2,0% en 2026 y 1,9% en 2027. España, por su parte, presenta una tasa de inflación del 2,2%, que aunque supera el nivel óptimo, es inferior a mercados comparables como Estados Unidos (3%), Portugal (2,5%) o Reino Unido (2,6%).
Durante los últimos meses de 2024 y principios de 2025, la tendencia inflacionaria ha mostrado un moderado descenso, gracias a estrategias de contención salarial y la estabilización de precios energéticos. Las políticas monetarias del BCE han sido clave para mantener la inflación cerca del objetivo, garantizando un entorno más previsible para prestatarios y empresas.
El Banco Central Europeo (BCE) desempeña un papel central en la gestión de la inflación y los tipos de interés. El 6 de marzo de 2025 redujo todos sus tipos oficiales en 25 puntos básicos:
La medida entró en vigor el 12 de marzo de 2025 y persigue anclar la inflación en el 2% a medio plazo. En julio de 2025, el BCE decidió mantener tipos sin cambios (depósito 2,00%, financiación 2,15%, crédito 2,40%), exhibiendo cautela ante la evolución económica.
Además, el programa de compra de activos (APP) y el programa de emergencia (PEPP) han comenzado a disminuir su ritmo de reinversión de vencimientos, reduciendo gradualmente la expansión de la base monetaria.
Los movimientos del BCE y la moderación inflacionaria han creado un escenario favorable para prestatarios. En mayo de 2025, el tipo medio de nuevas hipotecas en España se situó en el 3,3%, prácticamente estable desde enero. El Euríbor anualizado alcanzó un promedio de 2,525% en enero de 2025, subiendo ligeramente respecto al mes anterior.
El crecimiento de préstamos hipotecarios se aceleró al 2,0% en mayo, impulsado por una demanda contenida y precios inmobiliarios que crecen lentamente. Sin embargo, algunos bancos han endurecido los criterios de aprobación, exigiendo mayores garantías y una evaluación más detallada de la capacidad de pago.
En cuanto a créditos al consumo y otros fines, el coste financiero ha disminuido moderadamente entre abril y julio de 2025, replicando la tendencia de principios de año.
Para aprovechar las condiciones actuales y minimizar riesgos, particulares y empresas pueden seguir estas recomendaciones:
Además, es aconsejable mantener un colchón de ahorro para imprevistos y revisar periódicamente la salud financiera personal o corporativa. La revisión activa de contratos y la negociación con entidades bancarias pueden reducir comisiones y sumar beneficios adicionales.
La inflación y los tipos de interés afectan de forma desigual a las entidades financieras. Aproximadamente un 3% de los bancos de economías avanzadas presentan alta sensibilidad a subidas de tipos, un riesgo que puede derivar en inestabilidad si se produce una retirada masiva de depósitos. En la banca emergente, esta proporción asciende al 6%, elevando la posibilidad de crisis de confianza.
Por otro lado, los ahorradores son los principales beneficiarios de la mejora en la rentabilidad de los depósitos, tras un periodo en el que el dinero caro encareció el crédito durante 2023 y principios de 2025.
De cara a final de 2025 y principios de 2026, el BCE continuará vigilando la evolución de precios y la transmisión monetaria. Está dispuesto a ajustar tasas y programas de compra de activos si la inflación se desvía de su objetivo. La incertidumbre geopolítica y las tensiones comerciales globales siguen siendo factores a considerar.
Para particulares y empresas, estar preparados implica:
En definitiva, el entorno actual ofrece oportunidades para gestionar eficientemente la deuda y aprovechar tipos moderados. Sin embargo, la prudencia financiera y la anticipación de escenarios adversos serán clave para mantener la estabilidad económica y aprovechar al máximo los recursos disponibles.
Referencias
